River aceleró y pasó por encima de Lanús




River aceleró y pasó por encima de Lanús


El Millonario arrancó abajo en el marcador con un equipo alternativo, pero 45 minutos le sobraron para golear por 5-1 y llegar a los 30 partidos sin perder.
River salió a la cancha en el Néstor Díaz Pérez para enfrentar a Lanús por la fecha 7 de la Superliga pero, en realidad, todavía estaba gritando el último gol contra Boca en La Bombonera. O quizás estaba pisando el césped del Monumental para recibir a Independiente por la Copa Libertadores. Tardó en reaccionar y se notó en el arranque con el tanto del Granate, pero el Millonario aceleró para terminar en una goleada por 5-1 que se afianzó en el complemento.
El primer tiempo fue atípico, más allá de que River jugó con su equipo alternativo, las diferencias de nombres entre un equipo y el otro anticipaban un encuentro con dominio del Millonario ante un conjunto que está intentando encontrar el norte y de a poco intenta acomodarse a Zubeldía. Sin embargo, en los primeros minutos, Lanús no fue el Lanús que venía de cuatro partidos sin convertir y de cuatro derrotas en la Superliga. Y los de Gallardo estuvieron imprecisos, desatentos, con la cabeza en otro lado. Así llegó el primer y único gol del Granate.
Pero River está dulce, está de racha. Los 29 partidos sin perder que arrastraba, los 216 días invicto y la reciente victoria en La Bombonera no sólo le otorgaron una confianza absoluta al equipo -seguridad que se nota adentro de la cancha- si no que también le dieron ese plus que suelen tener los conjuntos que vienen en las buenas como vienen los de Núñez. Eso de una victoria llama a otra victoria.
Claro, hay que destacar que River tiene, además, un enorme entrenador. Un entrenador que posiblemente en el entretiempo haya dicho lo que tenía que decir para que sus dirigidos se dieran cuenta de que estaban jugando un partido en el Néstor Díaz Pérez y que no estaban ni en La Boca ni en el Monumental.
Y en 15 minutos River lo liquidó. Porque en River el contagio positivo se nota. Porque Scocco toca una pelota y la mete. Porque se lesiona Enzo Pérez y entra Santiago Sosa, un pibe que tiene minutos en Primera, le pega al arco y el rebote se mete para dar vuelta el marcador. Porque Lollo, el más cuestionado desde que llegó al club se mete en el área y grita su gol. Porque De La Cruz, uno de los más flojos en rendimiento, también grita su propio tanto en una goleada que, por lo hecho en el primer tiempo, parece demasiado.
Pero 45 minutos le bastaron -y le sobraron- al equipo del Muñeco para ser demasiado ante un Lanús muy pobre y festejar en el Día del Hincha de River con un triunfo que lo hace sostener la racha antes de uno de los partidos más importantes en el semestre.

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