El jugador de los Red Sox fue elegido como el mejor de la Serie Mundial no solo por su trabajo a la defensiva sino por su aporte al bate.
No fue el mejor en las estadísticas, pero sus aportes fueron tan certeros que ayudaron en gran parte a que los Red Sox consiguieran su noveno título de la Serie Mundial, el cuarto en este siglo. De hecho, gracias a él, jugar de visitante fue mucho más cómodo, pues estuvo intratable en el estadio de los Dodgers. Se trata de Steven Pearce, el primera base que se quedó con el premio de MVP en el Clásico de Otoño.
Para recordar un poco su actuación vale con mencionar que se convirtió en el tercer jugador de la novena de Boston en conseguir un cuadrangular de cuatro carrera durante una serie Mundial. "Es un sueño. El mánager Alex Cora me ayudó mucho para lograr esto y me siento bendecido por hacer parte de esta franquicia", apuntó luego de recibir el trofeo que lo consolida como el mejor jugador de la serie.
Además, Pearce confesó que es hincha de los Red Sox desde niño, cuando empezó a jugar béisbol en la Florida, cerca del campo de verano de la novena al que llegó varias veces para ver a sus ídolos del momento.
A sus 35 años, y luego de pasar por varios equipos, Pearce logró lo que muy pocos logran: destacarse en la serie que todo beisbolista quiere ganar.
Comentarios
Publicar un comentario